Invertir con éxito en planes de pensiones
Índice de contenidos
1.- ¿Qué son los planes de pensiones?
2.- ¿Por qué nacen los planes de pensiones?
3.- Tipos de planes de pensiones
4.- Costes y comisiones de los planes de pensiones
5.- Funcionamiento de los planes de pensiones
6.- Seguridad de los planes de pensiones
7.- Regulación fiscal de los planes de pensiones
8.- Ventajas de los planes de pensiones
9.- Inconvenientes de los planes de pensiones
10.- Efecto fiscal: planes de pensiones vs. fondos de inversión
11.- Consejos
12.- ¿Para qué personas son más favorables los planes de pensiones?
1.- ¿Qué son los planes de pensiones?
Un plan de pensiones no es más que un producto de ahorro e inversión a largo plazo que sirve para que el inversor tenga un dinero extra en su jubilación y que además goza de importantes ventajas fiscales, como veremos más adelante. Conviene aclarar que el “plan de pensiones” es en realidad un fondo de pensiones envuelto en un marco fiscal, legal y jurídico. Es decir, es como un cuadro, la pintura es la que posee el valor y está protegida por un marco. Una vez contratado el plan, la promotora o entidad comercializadora se encargará de invertir el dinero en un fondo de pensiones, que es el vehículo que utilizan para obtener la rentabilidad..
2.- ¿Por qué nacen los planes de pensiones?
Los planes de pensiones tienen el objetivo de aportar un dinero extra sobre la pensión de jubilación que se obtiene de Estado. Una pregunta muy común es: ¿para qué quiero un dinero extra? ¿no vale con todas las aportaciones que he estado realizando a la Seguridad Social durante toda mi vida laboral? Pues bien para contestar a esa pregunta, hay que entender primero muy básicamente como funciona el sistema de pensiones. El sistema público de pensiones en España y en muchos países de Latinoamérica como Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Venezuela, es un sistema de reparto, es decir, los trabajadores actuales pagan las pensiones de los jubilados actuales. La sostenibilidad de este sistema se basa en las siguientes variables:
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el número de trabajadores activos
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el número de pensionistas y
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las cuantías tanto de las cotizaciones como de las pensiones
De manera simplificada, para que el sistema público de pensiones sea sostenible debe haber más trabajadores activos que número de pensionistas, es decir, que la continuidad del sistema tiene una fuerte dependencia de la pirámide poblacional.
En este artículo analizamos brevemente estas tres variables en el caso particular de España, pero este se puede aplicar a todos los países antes mencionados que presenten síntomas similares. El siguiente gráfico muestra que el número de pensionistas ha incrementado, pero este incremento no viene acompañado de un incremento en la misma proporción de trabajadores activos. La tendencia poblacional indica por lo tanto que cada vez habrá más personas mayores. Si a esto le unimos la excelente noticia de que la esperanza de vida va en aumento y la no tan buena noticia de la disminución de la tasa de natalidad, se puede poner en duda la sostenibilidad de este sistema.
Además, como podemos ver en el siguiente gráfico, la cuantía de las pensiones va en aumento. La evolución de los salarios durante los ultimos años, hace que los nuevos jubilados accedan a una pensión media más elevada, dado que han cotizado por bases mayores, mientras que los nuevos trabajadores, que se incorporan al mercado laboral, lo hacen con salarios más bajos y por tanto con bases de cotización menores.
Una de las contramedidas que se han tomado para paliar este problema en varios países de Europa, ha sido el aumento paulatino de la edad de jubilación que se viene aplicando desde el 2013. A partir del 2027 quedará fijada a 67 años. Esto no parece haber resuelto el problema en España. Un claro ejemplo de esta situación lo demuestra el estado del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, una ‘hucha’ en la que desde el año 2000 se ha ido guardando el superávit del sistema de la Seguridad Social, pero que desde hace 9 años ha ido disminuyendo debido a que el sistema gasta más de lo que ingresa, es decir, los trabajadores activos ya no pueden sostener por sí solos las pensiones públicas.
Fuente: Ministerio de Empleo y Seguridad Social, www.epdata.es; Elaboración propia
Cada cierto tiempo la Comisión Europea encarga un estudio de proyecciones. Dentro de ese estudio hay una proyección sobre la tasa de sustitución de las pensiones públicas. La tasa de sustitución es el porcentaje que supone la pensión pública por jubilación sobre el salario cobrado por un empleado durante su vida laboral. El siguiente gráfico muestra la proyección la tasa de sustitución de las pensiones europeas. En España disminuye desde el 78,7% en el 2016 hasta el 45% en el 2070. Aunque muchos de nosotros entremos antes en la edad de jubilación se puede apreciar que la tendencia es negativa, no sólo en España, sino en los demás países europeos, aunque más acentuado en España.
Fuente: The 2018 Ageing Report: Economic & Budgetary Projections for the 28 EU Member States (2016-2070), Mayo 2018
Es normal que ante este panorama, los trabajadores actuales piensen que su nivel de vida en la jubilación en base a su pensión pública sea menor de lo esperado y se planteen los planes de pensiones como posibilidad a la hora de complementar los ingresos en la jubilación.
3.- Tipos de planes de pensiones
Básicamente hay dos tipos de planes de pensiones, el plan de pensiones privados y el plan de pensiones de empleo. Este último es bastante común en países como Estados Unidos. En este artículo se trata solamente los planes de pensión privados, que son los más conocidos a nivel global.
Dentro de los planes de pensiones privados hay también diferentes tipos ya que no todo el mundo tiene la misma afinidad al riesgo. Los diferentes tipos de planes de pensiones dependen de los activos en los que invierta el fondo de pensiones. Los más comunes son los siguientes:
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Planes de pensiones de renta fija, que invierten el 100% del dinero en bonos y productos de deuda tanto estatal como corporativa a largo o corto plazo.
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Planes de pensiones de renta variable, que son planes que invierten el dinero mayoritariamente en acciones de empresas.
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Planes de pensiones mixtos, que invierten parte del dinero en renta fija y parte en renta variable
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Planes de pensiones garantizados, que son aquellos en los que la rentabilidad está asegurada. Esta suele ser más baja, que en la de los demás planes de pensiones, pero este es el precio a pagar por tener esa seguridad.
4.- Costes y comisiones de los planes de pensiones
Como todo tipo de productos financieros, los planes de pensiones tienen unos costes y comisiones. Los costes son implícitos al fondo de pensiones y están sujetos a los activos dónde está invertido el dinero, que como acabamos de ver pueden ser bonos o acciones o cualquier otro producto. Luego tenemos la comisión de gestión por un lado y la comisión depositaria por otro. Tradicionalmente, los planes de pensiones han tenido desde siempre unas altas comisiones, de hecho en España, el gobierno ya ha tenido que limitar las comisiones en varias ocasiones, en el año 2014 y 2018, porque la rentabilidad de los planes de pensiones se estaba yendo en pagar las comisiones de dichos planes. Los máximos legales actuales de la comisión de gestión dependen del tipo de plan. Si es de renta fija es de 0,85%, si es de renta mixta es del 1,30% y si es de renta variable es de 1,50%. A su vez el límite establecido para la comisión depositaria decreció hasta el 0,20%.
Este es un punto muy a tener en cuenta, ya que los costes y las comisiones disminuyen la rentabilidad del plan de pensiones. Por este motivo, existen también los planes de pensiones indexados, que al beneficiarse de una gestión más pasiva son mucho más eficientes al tener unas comisiones mucho más bajas ofreciendo a su vez altas rentabilidades y que presentaremos más adelante. Pinchando en este enlace puedes ver nuestra comparativa sobre los mejores planes de pensiones indexados de España.
5.- Funcionamiento de los planes de pensiones
Todo plan de pensiones tiene dos fases, la fase de aportación y la fase de rescate. El funcionamiento de los planes de pensiones en la fase de aportación es muy similar al de los fondos de inversión. Se efectúan aportaciones libres que pueden ser periódicas o puntuales al plan de pensiones. Estas aportaciones tienen una bonificación fiscal que varía mucho de un país a otro.
El capital ahorrado en el plan de pensiones se puede rescatar de cuatro formas distintas:
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La primera es en forma de capital, es decir, retiramos todo el capital del plan de pensiones de golpe
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La forma más común es en forma de renta financiera, en la que el importe y la periodicidad del rescate la decide el inversor
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La forma mixta es una mezcla de las dos anteriores
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Y finalmente en forma de renta vitalicia, que es el menos común y consiste en que una aseguradora nos haga una renta fija vitalicia a partir de nuestro plan de pensiones. Como este tipo no es muy común y depende mucho de las especificaciones de cada aseguradora y la edad del asegurador, no vamos a tratarlo en adelante en este artículo.
Como su propio nombre indica, el plan de pensiones es un producto de pensiones es decir orientado a la jubilación, y es por ese motivo por el cual, el capital depositado solo puede rescatarse ante determinadas contingencias:
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Lógicamente, la principal contingencia es la jubilación
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En determinados países, como por ejemplo en España, también se pueden retirar aquellas aportaciones que tengan más de 10 años de antigüedad.
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Otras contingencias de causa mayor que permiten el rescate son:
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Fallecimiento del titular
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Incapacidad laboral total y permanente
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Enfermedad grave acreditada con un certificado médico
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Paro de larga duración (superior a 12 meses)
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Dependencia severa.
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Desahucio de la vivienda habitual o ejecución hipotecaria.
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Y por último, debido a la pandemia del Coronavirus, se ha abierto una ventana para que personas que han perdido gran parte de sus ingresos puedan rescatar parte de sus aportaciones.
6.- Seguridad de los planes de pensiones
Como hemos mencionado anteriormente, los planes de pensiones no son más que un nombre que se utiliza para comercializar los fondos de pensiones y estos están debidamente regulados para garantizar la seguridad de esta inversión a los futuros jubilados. En España el organismo que se encarga de supervisar los fondos de pensiones es la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), organismo que depende del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Los planes de pensiones están bajo el paraguas de la
Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP)
Pero ojo, este organismo supervisa los fondos para garantizar su seguridad, ya que no se pueden arriesgar a perder el dinero de los contribuyentes al plan de pensiones, pero no garantiza su rentabilidad, que puede ser como en cualquier fondo, tanto positiva como negativa.
7.- Regulación fiscal de los planes de pensiones
Los planes de pensiones en España tienen dos fases, la fase de aportación y la fase de rescate. En la fase de aportación existe una bonificación fiscal hasta un cierto límite. Para aprovechar al máximo dicha bonificación fiscal de la primera fase podemos aportar a nuestro plan de pensiones la menor de estas cantidades:
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2.000€ anuales (excepto en Pais Vasco y Navarra que tienen un límite distinto respectivamente) o
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el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio.
El límite que podemos aportar es por lo tanto la menor de estas cantidades. Ahora bien, si tu cónyuge tiene unas rentas por trabajo o actividades económicas inferiores a 8.000€ puedes aportar adicionalmente 1.000€ en su nombre. En el caso con personas con discapacidad física superior al 65% o psíquica superior al 33%, el límite es superior, de 24.250€ al año y sus familiares pueden aportar adicionalmente otros 10.000€ al año en nombre de esa persona. El límite de 24.250€ también es válido para deportistas profesionales.
Como es posible contratar varios planes de pensiones, se podría dar el caso de exceder el límite mencionado, en este caso el exceso se podrá desgravar en la declaración de IRPF de los cinco ejercicios siguientes.
La deducción fiscal funciona de la siguiente manera, las cantidades aportadas anualmente al plan de pensiones pueden ser desgravadas en la declaración de la renta, reduciendo la base imponible y ofreciendo por tanto un importante ahorro fiscal que dependerá del tipo marginal que tengas. Por ejemplo, si tienes un salario anual de 30.000€ y has aportado 1.000€ ese año a tu plan de pensiones, la base imponible total a declarar será de 29.000€.
Es MUY importante mencionar que no se pagan impuestos por las aportaciones durante la fase de aportación pero sí que se pagan impuestos durante la jubilación a la hora de rescatar el capital ahorrado en el plan de pensiones. Esto significa que los impuestos que te ahorras en la fase de aportación, tienes que pagarlos más tarde durante tu jubilación. A esto se le llama diferimiento fiscal. Aun así, este diferimiento fiscal puede ser beneficioso ya que para la mayoría de la gente, el tipo impositivo del IRPF durante la jubilación suele ser menor al tipo impositivo del IRPF durante la fase de aportación, sobre todo si en esta fase se cobra mucho dinero.
Es por este motivo que si rescatas la totalidad del plan de pensiones en un año, es decir, de golpe, lo más seguro es que el tipo impositivo se disparase al tramo más alto (45% en el impuesto general), lo que anularía la bonificación fiscal conseguida en la fase de aportación. Sin embargo, si tienes aportaciones anteriores al 31.12.2006, dichas aportaciones tienen una reducción del 40% si haces el rescate en forma de capital. Es decir por el 40% de las aportaciones rescatadas en forma de capital, no se pagan impuestos. Es por ello, que no aconsejamos un rescate de golpe pero dependiendo de cada persona puede ser aconsejable hacer un rescate mixto, es decir, parte del plan se rescata de golpe para beneficiaros de la exención del 40% y la otra parte del plan en forma de renta.
Ahora bien, esta reducción tiene dos PEROs, la primera es que existe un límite temporal para pedirla. Si te has jubilado antes del 2015, tienes un plazo de 8 años. Ahora mismo (año 2021) solo puedes pedirla, si te jubilaste en el 2013 o 2014. Para los que se han jubilado a partir del 2015, el plazo es de 2 años. En este caso aún estás a tiempo de pedir la reducción si te has jubilado en el 2019 o más tarde. El segundo PERO es que sólo se puede solicitar una vez por cada plan de pensiones que tengas. Puedes solicitar más rescates en forma de capital a lo largo del tiempo e incluso dentro de los dos años posteriores a la jubilación. Sin embargo, para los siguientes rescates en forma de capital no podrás aplicar la reducción y tendrás que tributar por todo el capital que rescatas.
8.- Ventajas de los planes de pensiones
beneficios fiscales, explicados anteriormente.
Como no se puede sacar el capital antes de los 10 años, son una especie de hucha para la jubilación para conseguir ahorrar y no gastar ese dinero, sobre todo para ciertas personas que no saben gestionar bien sus finanzas personales y que tienen el riesgo de gastarse ese dinero por el mero hecho de verlo en la cuenta corriente.
flexibilidad en las aportaciones, ya que cada inversor puede planificar la cantidad y la periodicidad de sus aportaciones en el plan de pensiones (siempre y cuando la cantidad aportada no sobrepase el máximo anual fijado por ley).
es una inversión totalmente pasiva para el inversor, en la que solamente tendrás que encargarte de elegir el tipo de plan de pensión, es decir el tipo de activos en los que debe de invertir el fondo y los gestores se encargan del resto.
flexibilidad en la forma de cobro del rescate e incluso en la fecha de cobro, ya que no es obligatorio rescatar el capital justo a la entrada de la jubilación, sino que se puede efectuar más tarde.
Son traspasables, al igual que los fondos de inversión. De hecho son traspasables incluso si el plan de pensiones invierte en ETFs. Ya vimos en el video de los ETFs, que estos a diferencia de los fondos de inversión no son traspasables pero si es un fondo de pensiones es el que compra esta clase de activos, entonces sí que son traspasables.
exentos del impuesto de patrimonio. Esto solo aplica a aquellas personas con un patrimonio elevado, que son en España, la que tributan por este impuesto.
se puede diversificar en diferentes planes de pensiones a la vez, siempre y cuando no se supere el límite estipulado en cada país.
9.- Inconvenientes de los planes de pensiones
falta de liquidez, ya que el capital de los planes de pensiones está atrapado como mínimo hasta que no hayan transcurrido 10 años desde la primera aportación, a excepción de los casos que enumeramos en la primera lección del curso. Como hemos mencionado antes, esto se puede ver como un inconveniente o como una ventaja, ya que es una especie de seguro contra nosotros mismos, que no nos permite tocar ese dinero hasta por lo menos 10 años.
hay que pagar impuestos sobre la totalidad del capital rescatado y no sólo sobre el beneficio obtenido como pasa con los fondos de inversión.
Además el rescate de los planes de pensiones tributan como rendimientos de trabajo y no como rentas de ahorro por lo que están sujetas al tipo impositivo de las rentas del trabajo que por lo general es más elevado que el tipo impositivo del ahorro.
Por último, los gastos de gestión son más elevados que si uno mismo se gestiona su propia inversión o en comparación con otros productos de inversión parecidos, como pueden ser los fondos de inversión.
10.- Efecto fiscal: planes de pensiones vs. fondos de inversión
Puede que te estés enfrentando al dilema de si invertir en planes de pensiones o fondos de inversión. Si tienes la duda de que es lo que sale más a cuenta fiscalmente, vamos a comparar ahora el efecto fiscal entre los fondos de inversión y los planes de pensiones con un ejemplo práctico de una persona que ha cotizado 40 años a la Seguridad Social. Para ello fijaremos varias variables:
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En primer lugar vamos a obviar la inflación, ya que lo que queremos es comparar ambos productos financieros y la inflación afecta por igual tanto al uno como al otro.
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Segundo, los costes así como las rentabilidades de ambos productos son idénticas porque invierten en los mismos activos financieros. Vamos a suponer que la rentabilidad media tras haber descontado los costes es del 5% al año, que significa aproximadamente haber multiplicado por 7 lo invertido al cabo de los 40 años.
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Tercero, en el ejemplo consideraremos un sueldo fijo de 30.000€ anuales que no varía hasta la jubilación y de los cuales todos los años se dedicarán 1.000€ brutos a la inversión.
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Cuarto, la pensión de la jubilación es un 75% de los 30.000€ y en cada año de jubilación solo rescata el capital correspondiente a cada año de inversión, que como hemos dicho antes se habrá multiplicado por 7.
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Y por último, quinto, vamos a suponer que los tipos impositivos a la edad de jubilación se han mantenido constantes.
Ahora imagina que las diferentes tributaciones son como piscinas. Por un lado tenemos la piscina de los rendimientos del trabajo y la piscina de los rendimientos del ahorro.
Durante la vida laboral, cada año viene un camión cisterna con el sueldo a llenar la piscina de los rendimientos del trabajo y el área sombreada de cada piscina son los impuestos. Este área sombreada cambia en los diferentes países e incluso dentro de España, cambia dentro de cada Comunidad Autónoma. Como no vamos a desgranar en este ejemplo los impuestos de cada Comunidad, vamos a utilizar los tramos del impuesto general. El área no sombreada es el dinero después de impuestos, es decir nuestro neto.
En el caso de los planes de pensiones solo lleno la piscina con 29.000€ ya que los 1.000€ a invertir en los planes de pensiones no tributan, con lo cual se quedan en el camión cisterna que se los lleva al depósito especial de los plan de pensiones y se vertiran a la piscina en el momento de rescate. Para el caso de los fondos de inversión el camión cisterna también llena la piscina pero en este caso con los 30.000€, ya que los 1.000€ que queremos invertir en los fondos de inversión, no están bonificados fiscalmente y deben tributar primero. Vemos que de los 30.000€ nos han quedado 23.889€, es decir los impuestos se han llevado de media un 20,37% de nuestro sueldo. Si ahora utilizamos ese porcentaje y se lo aplicamos a nuestros 1.000€ que queremos invertir, entonces nos quedan 796,3€ para invertir en los fondos de inversión. Esta es una de las principales diferencias entre los planes y los fondos, en los planes los 1.000€ están bonificados fiscalmente y no pagan impuestos en la fase de aportación, ya que no se vierten en la piscina. Sin embargo en los fondos, los 1.000€ sí que pagan impuestos, con lo cual tenemos menos para invertir.
Pasamos ahora a la edad de jubilación, que es cuando queremos hacer uso de lo que hemos invertido. En el caso de los fondos de inversión, la pensión pública, que es un 75% de lo que estábamos cobrando anteriormente, es decir, 22.500€, llena la piscina de rendimientos del trabajo. Pero esta piscina no nos interesa mucho ahora mismo ya que los beneficios del fondo de inversión vienen en un camión cisterna distinto que se dirige a la piscina de los rendimientos del capital. Ojo, el camión cisterna contiene solo los beneficios obtenidos en los fondos de inversión, que son los que se vierten en la piscina de rendimientos de capital y tributan. El capital invertido no tributa, porque ya tributo en su día en la piscina de los rendimientos de trabajo. Como ha multiplicado por 7 lo invertido, los primeros 796,3€ son el capital invertido que no tributa y seis veces 796,3€, es decir, 4.777,8€ son los beneficios que tributan. Como son menos de 6.000€ tributan al 19%. Se puede decir entonces que los 1.000€ brutos de inversión han generado con este fondo de inversión 4.666,30€ netos.
En el caso del plan de pensiones, tendremos el camión cisterna con la pensión pública de 22.500€ más otro camión cisterna con la renta del plan de pensiones, es decir, los 7.000€ que tributan en la piscina de rendimientos del trabajo. La piscina entonces se llena con 29.500€, de los cuales nos quedan 23.539€ después de impuestos. Los impuestos se han llevado de media un 20,21%.Los 7.000€ de los planes de pensiones se quedan en 5.585,30€ después de impuestos.
Resumiendo, los 1.000€ brutos invertidos en fondos de inversión han generado 4.666,30€. Mientras que 1.000€ brutos invertidos en planes de pensiones han generado 5.585,30€. Esto es casi 1.000€ más que los fondos de inversión.
11.- Consejos
Es cierto que en este ejemplo hemos fijado muchas variables y que en la vida real no siempre es tan sencillo, pero independientemente de esto, se pueden sacar los siguientes 6 consejos de este ejemplo.
1. El primero es que si elegimos planes de pensiones que obtengan rentabilidades similares o superiores a los fondos de inversión y los costes son también parecidos, entonces los planes de pensiones son una mejor elección. Los planes de pensiones con bajos costes y con rentabilidades similares a los fondos de inversión pasiva son aquellos que invierten en los mismos activos que dichos fondos, es decir los que invierten en ETFs y fondos indexados. De aquí podemos sacar nuestro primer consejo: buscar planes de pensiones de bajos costes y que al menos copien la rentabilidad del mercado.
2. También podemos concluir que el rescate del plan de pensión en forma de capital tiene un efecto negativo, ya que dispararía la base imponible y tributaríamos por un tramo del IRPF muy elevado, posiblemente igual o superior al 45%. El plan de pensiones no es el producto indicado si quieres rescatar tu dinero de golpe. De aquí sacamos nuestro segundo consejo: nunca rescatar el plan de pensiones de golpe.
3. Si tienes aportaciones anteriores al 2007, te aconsejamos rescatar parte de ellas en forma de capital y así beneficiarte de una exención del 40% sobre esa parte rescatada en forma de capital.
4. Cuanto mayor sea la diferencia impositiva entre la fase de aportaciones y la fase de rescate, es decir cuanto mayor sea tu sueldo durante tu vida laboral, mayor será el beneficio que obtendrás invirtiendo en los planes de pensiones en comparación con los fondos de inversión, ya que la pensión pública nunca llegará al nivel de tu sueldo. Este beneficio se diluye en rentas bajas e incluso si los costes del plan de pensiones son mayores a los del fondo, puede ser incluso más rentable invertir en fondos de inversión. En nuestra opinión personal, si tienes un salario por debajo de 25.000€, te aconsejamos empezar a invertir en fondos de inversión en vez de planes de pensiones, ya que la probabilidad es baja de que fiscalmente salga más a cuenta invertir en estos. Nuestro consejo en el caso de que tengas salarios superiores a 30.000€ es que intentes aprovechar al máximo la bonificación fiscal en la etapa de aportación.
5. Nuestro siguiente consejo se titula, diversificación fiscal. No sabemos cómo van a ser los impuestos en el futuro el día que nos jubilemos, pero una cosa está clara, los planes de pensiones tributarán como rendimiento de trabajo y los fondos de inversión tributarán por rendimientos del capital. Invertir en ambos, ofrece una diversificación fiscal muy interesante.
6. El último consejo, aunque bastante obvia es muy importante: Sin bonificación fiscal mejor invertir en fondos de inversión. Esto se aplica cuando tienes la posibilidad de invertir más de los límites permitidos legalmente, por ejemplo, más de 2.000€ al año o también en caso de que el gobierno eliminase la bonificación fiscal en un futuro.
Visto como está la situación actual y como pintan las proyecciones, parece obvio que no podemos confiar en las pensiones públicas.
Desde Explorador Financiero recomendamos a aquellas personas con un salario medio alto contratar al menos un plan de pensiones de bajos costes (por ejemplo, planes de pensiones indexados - Comparar los mejores planes de pensiones indexados de España) para aprovechar así al máximo la bonificación fiscal de los 2.000€ y complementar el plan de pensiones con otros productos financieros como fondos de inversión indexados o roboadvisors para conseguir alcanzar más objetivos financieros además de una jubilación dorada.
12.- ¿Para qué personas son más favorable los planes de pensiones?
Las personas para las que es más favorable invertir su dinero en planes de pensiones en vez de en fondos de inversión son:
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Los autónomos, que suelen cotizar por el mínimo a la Seguridad Social, lo que implica que su pensión pública será la mínima.
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Personas con salario medio alto
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Personas que planean en un futuro periodos con ingresos bajos o nulos, como por ejemplo excedencias, bajas voluntarias, años sabáticos.
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Personas que prevean tener una renta baja o inexistente en el rescate, por lo que pagarán muy pocos o nada de impuestos al rescatar su plan de pensiones.
Las personas, a las que no les sale a cuenta contratar un plan de pensiones en vez de un fondo de inversión son:
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Personas con salarios bajos en la fase de aportación
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Personas que planean tener altas rentas por trabajo o actividad económica en el rescate. Ojo, aquí también se incluyen las rentas por alquiler inmobiliario.
A día de hoy existe un truco por el que puedes rescatar hasta 13.115€ del plan de pensiones sin pagar un solo euro en impuestos, pudiendo este importe ser superior dependiendo de las circunstancias personales de cada uno. Esto es posible debido a las deducciones fiscales:
+ 5.550€ como exención mínima personal de cada contribuyente
+ 2.000€ de gastos deducibles al tener rentas por trabajo o actividades financieras y
+ 5.565€ de deducción para todos aquellos ingresos por trabajo inferiores a 13.115€
13.115€
Sin embargo se deben de cumplir dos condiciones:
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La primera es no tener otros ingresos distintos por rendimientos de trabajo o actividades económicas salvo los 13.115€ anuales rescatados del plan de pensiones.
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La segunda es no tener rentas distintas del trabajo, con excepción de las exentas, superiores a 6.500€.